Recetas Saladas Con Nata Para Montar
Pudin batido
Con todas las opciones que hay en la sección de leche, es fácil confundirse. ¿Nata espesa frente a nata para montar? ¿Y qué hay de la nata espesa frente a la nata montada? Ah, y luego están los sustitutos de la nata líquida y la nata espesa. Sus nombres similares y su colocación uno junto al otro en las estanterías de los comercios pueden desconcertar incluso a los cocineros avanzados y, en última instancia, afectar a la consistencia, la textura y el sabor de determinados platos. Así que vamos a desmitificar estos productos lácteos y a explicar algunos conocimientos básicos sobre la nata.
La nata líquida es un ingrediente habitual en recetas dulces y saladas. La nata espesa (también conocida como nata para montar) contiene entre un 36 y un 40 por ciento de grasa láctea y es más espesa que la nata líquida, la nata para montar, la nata líquida, la leche entera y la leche evaporada. El alto contenido en grasa de la nata espesa hace que no se cuaje al calentarla y es la mejor opción para batirla hasta obtener picos firmes.
En realidad, la nata espesa y la nata para montar son el mismo producto, pero con dos nombres distintos. Según la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU., la nata espesa y la nata para montar espesa deben contener al menos un 36% de grasa láctea. Su información nutricional también es la misma: ambas contienen unas 50 calorías, 5 gramos de grasa y 3,5 gramos de grasa saturada por cucharada. La próxima vez que vea nata espesa y nata para montar juntas en el supermercado, no tendrá que pensárselo dos veces para elegir la que más le guste. Distinta etiqueta, los mismos deliciosos productos lácteos.
¿Puedo utilizar nata montada para cocinar?
Sí. Dado que se trata del mismo producto, puede utilizar nata para montar y nata espesa indistintamente. Ambas son un producto versátil y polivalente para añadir elementos espesos y cremosos a salsas, sopas y postres, por lo que merece la pena tener una a mano en el frigorífico.
¿Qué efecto tiene la nata montada en los alimentos?
Es un excelente espesante/enriquecedor para sopas y salsas, sobre todo porque la nata (a diferencia de la mitad y mitad) no se cuaja al hervirla. La nata espesa también se utiliza para helados, glaseados y como cobertura de postres porque, una vez montada, puede montarse con una manga pastelera y mantener su forma.
Receta de pudin de limón
Algunos ingredientes languidecen en la nevera o la despensa a menos que les encuentres un uso creativo: Ese último trocito de puré de calabaza después de la tarta navideña, unas cebolletas marchitas y ese cartón de nata espesa que nunca viene en tamaño suficientemente pequeño. Tenemos una solución para utilizar al menos uno de ellos en estas recetas dulces y saladas que utilizan nata espesa. No la sustituyas por nata ligera, leche o cremas no lácteas a menos que la receta lo indique específicamente. De lo contrario, puedes acabar con una textura inusual en el mejor de los casos, o con un plato arruinado. Tendrás la cena y el postre resueltos en un abrir y cerrar de ojos.
Qué hacer con la nata montada sobrante
La nata espesa enriquece nuestra cocina de muchas maneras, desde suavizar las sopas batidas hasta aportar cremosidad a las salsas para pasta, como la alfredo, o enriquecer las salsas para sartén, como la de pimienta verde en grano, y eso es sólo la punta del iceberg. Una pinta fría de nata para montar es esencial para hacer de todo, desde penne alla vodka hasta quiche de huevo o patatas fritas, pero, por supuesto, cuando la mayoría de nosotros vemos una pinta, pensamos inmediatamente en nata montada.
Esponjosa, etérea, apenas azucarada, la nata montada da el toque final a muchos de nuestros postres favoritos, desde helados a porciones de tarta de frutas o frescas tazas de mousse de chocolate. Pero, ¿se le ocurriría alguna vez poner nata montada sobre alimentos salados? A nosotros sí, sin azúcar, claro. La nata montada salada aromatizada con ingredientes como ajo asado, queso azul y hierbas frescas puede ser el complemento perfecto para comidas tan variadas como carnes a la parrilla, patatas asadas y sopa de maíz dulce.
Al mirar fijamente un recipiente de nata, es probable que piense primero en el postre, ¿y quién podría culparle? La nata montada va tan bien con pasteles, tartas y natillas que es una conclusión natural. Pero la próxima vez que tenga nata espesa a mano, considere la posibilidad de darle un toque salado.
Grasa de nata para montar
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